miércoles, 23 de enero de 2008


Siempre le he tenido miedo al mar, pero un día traté de enfrentarlo y retrocedí.
Cierto día me ofrecieron navegar, si la travesía resultaba llegaría al paraíso, yo sabía y me habían advertido que podía naufragar, dependía de las capacidades de los tripulantes y también del tiempo, me lo advirtieron, pero me quise arriesgar, la travesía era linda, aunque a veces la barca cedía a los vientos, luego regresaba la calma.
Una noche que parecía tranquila, mi acompañante, se arrepintió del destino que había elegido y decidió regresar, pero sólo podía hacer el viaje de vuelta sin compañía, entonces le entregué la barca, para que regresara, en tanto yo decidí nadar, pero sólo sabía flotar, él regresó y se alejó, aunque en su pensamiento seguía estando yo, Sin embargo sabía que debíamos seguir por separado.
Aún lucho por llegar al paraíso, a veces pienso que regresará, para hacer realidad todos los sueños y esperanzas que construimos juntos, sabía que él debía regresar, era pronto para que hiciera este viaje, estaba recién comenzando y debía conocer otras realidades y desprenderse de todo lo que le ataba, para recién navegar conmigo, lo quiso hacer, pero le faltaba conocer, aún no sabía navegar, para tripular la embarcación cuando me sintiera cansado.
Aún compartimos en sueños, fantasías y esperanzas, que tal vez jamás regresarán, quizás los tiempos estaban cambiados. No fallamos, fueron las circunstancias y el tiempo, sabemos que tal vez algún día el tiempo cambie y nuestros destinos vuelvan a coincidir, tal vez un viento, o una tormenta la misma que nos separó nos vuelva a juntar. Si el sentimiento no muere y el recuerdo permanece en nuestros corazones quizás volvamos a navegar en la misma embarcación.
Él regresó a tierra firme, yo aún naufrago sin destino, pero él a estas alturas busca otras distracciones y lamentablemente dejé de estar en sus recuerdos estos se hacen borrosos, ya dejé de ser presente y me convertí poco a poco en pasado, sigo soñando, pero la tristeza ocupa mi corazón, aún pienso en su compañía, pero ya me resigné.

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