sábado, 24 de septiembre de 2016

Santiago, 22 de Septiembre de 2016.-


Caminar, caminar, caminar, pensar, pensar, pensar, no sé si caminar ayuda a aclarar mi mente o a enredarla más, el objetivo del viaje se cumplió, aunque no logré concretar la meta está cada vez más cerca, hice varias cosas sola y acompañada, pero algo no encaja, seré yo que no logro encajar con lo que no me es del todo atrayente... creo que la mejor decisión es cambiar mis controles médicos a una ciudad más cercana.
Sigo disfrutando esas pequeñas cosas, pararme frente a una estantería llena de libros y poder leer la sinopsis de varios de ellos fue el momento más relajante, en el que mi mente voló lejos del lugar donde me encontraba, gracias a los minutos que estuve leyendo pude impregnarme de historias nuevas, algunas con matices conocidos, otras no, pero siempre algo nuevo se aprende.
No sé porque al llegar la noche mi ánimo comienza a bajar, ¿será porque las reacciones alérgicas liberan citoquinas que producen inflamación y reducen los niveles de serotonina o serán los corticoides que hacen que mi ánimo sea tan cambiante?
No queda más que combatir los miedos, no paralizarse, ni dejarse vencer. la vida está llena de contrastes, a veces afloran sentimientos que parecían superados y vuelven los cuestionamientos, pero si algo he aprendido en este tiempo es a no cuestionarme, todos cometemos errores y que lindo es cuando el ser humano prefiere ser feliz dejando su orgullo de lado, antes que amargarse manteniendo un orgullo que sólo hace más saladas sus lágrimas... 

Y nace esta canción desde el cemento, 
una flor que en el desierto morirá 
y el canto de un zorzal 
se perderá en el ruido de la gran ciudad 
 ♪ ♫ ♩ ♬ ♪ ♫ ♩ ♬



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